"Una bonanza asombrosa embarga todo mi espíritu, idéntica con la madrugada apacible de primavera, que paladeo hasta lo último de mis entrañas" Goethe

sábado, 14 de diciembre de 2013

Abrazos ausentes



La abraza en la ausencia
 
La piensa en la nada
 
La ve en la oscuridad
 
Y la siente en la eternidad.
 
 
 

sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Qué soy?


"Pero, ¿qué soy, pues?
 Una cosa que piensa.

 ¿Qué es una cosa que piensa? 
Es una cosa que duda,
 que concibe, que afirma, que niega,
 que quiere, que no quiere,
 que también imagina y siente"

Descartes-Segunda meditación metafísica




¿Qué soy? Eso es lo que deberíamos preguntarnos, no ¿qué quieren que seamos?


De pequeña me sentía un poco rara. 
Todo empezó cuando aún era demasiado pequeña como para entender porque pensaba cosas que no debería estar pensando, pero no tanto como para no pensarlas. No os asustéis, jugaba también con los clics, y tuve una infancia muy muy feliz, pero eso no evitaba que de vez en cuando mi cerebro se perdiera en terrenos desconocidos, y allí no había quien lo parase.
Por aquel entonces no lograba contarlo a nadie. Pensaba que era rarísima y que por más que intentara explicarlo nadie lograría entenderme, pero un año, al acercarse uno de esos concursos literarios de mi colegio, si se pueden llamar así, mi madre me animó a escribir lo que pasaba dentro de mi cabeza, así que lo hice, y comprendí que no era para tanto, que eran cuestiones básicas desde mi punto de ver.
Luego, con los años he ido aprendiendo que des de luego no era la única, y que tal vez los raros sean los que no sienten impulsos para salir de lo establecido. Y aún hay más, con los años me he alegrado de ser así.

Esto me ha hecho reflexionar sobre el sistema educativo actual. Nos hacen estudiar a todos las mismas cosas, del mismo modo; 25 libros iguales yacen en las estanterías esperando a ser memorizados para ser tirados a final de curso, con un poco de suerte al contenedor de reciclaje, exigiéndonos exactamente lo mismo, aunque sea obvio que no hay dos malditas personas iguales en todo el mundo, y de este modo logran que si te interesan cosas que se salen de los planes docentes establecidos por personas sentadas en sus despachos, la mayoría de las cuales tal vez no se hayan sentado delante de una clase llena de críos, te sientas raro, muy raro.

Y aunque es cierto que hay nociones básicas necesarias, no dudo que todo niño tiene dentro este instinto de supervivencia, y por tanto de conocer. Un conocimiento innato el cual no es necesario forzar.
Así que os invito a hacer una reflexión profunda y pensar que es lo que queremos para nuestros hijos; que encajen en el perfil ideado por Wert & Co o encontrar el modo de potenciar sus inquietudes, cualesquiera que sean.



viernes, 1 de noviembre de 2013

Incertidumbres



"Si hay solución ¿por qué te preocupas?
Si no hay solución ¿por qué te preocupas?"
Anónimo


Llevo unos días de tendidas charlas conmigo misma y creo que soy la persona más racionalmente irracional que conozco.

La palabra razón deriva de la palabra griega ratio, la cual significa división y relación entre dos números. Por lo tanto, cuando una relación o división es calculable decimos que tiene ratio, que es racional y así consideramos a las emociones los elementos irracionales del ser humano, ya que no pueden ser sometidas a cálculo, y por lo tanto no darán jamás una división o relación exacta.

Mi yo racional está en constante funcionamiento, siempre esperando la minima ocasión para hacer esa división que demostrará la exactitud de un elemento, cualquiera que sea. Siempre dispuesto a atacar para tenerlo todo controlado. Por consiguiente me asusta tremendamente cualquier cosa que no pueda calcular, de la que no pueda conocer la ratio exacta y la cual fluirá por su propia gravedad, permitiendo así que la vida vaya dando sus frutos, y a la vez vaya quitando otros del camino.

Pero oye, he sentido en numerosas ocasiones esas mariposas en el estomago, que no me dejan respirar, que me elevan por encima de la tierra y cuando hace falta me dejan caer golpeándome con un fuerte estruendo sobre el suelo para volverme a levantar, y volver a sentir el aire, el sol y la lluvia contra mi pálida tez. ¿Cuantas veces habré actuado dejándome llevar por las alas de estas malditas mariposas? Aunque tal vez sólo cuando estas han aleteado sus alas con una enorme fuerza he dejado que me eleven y me lleven con ellas, en caso contrario he preferido calcular la velocidad a la que podría llegar a volar, eso si, sin levantarme del suelo.


Por suerte, un día de estos, mientras charlaba conmigo misma y me hundía en el torbellino de mi pensamiento alguien introdujo su frase en mi monologo y me ayudó a entender que la vida es complicada, pero estas complicaciones te llevan a un mar de incertidumbres en el cual eres tu la que tienes que remar guiándote por la intuición e la ilusión. 
¿Que es sino vivir?

jueves, 3 de octubre de 2013

Los viernes

 
-Em dol saber que no podrem partir-nos
mai més el pa, ni fer-nos companyia;
però d'aquest dolor en trec la força
per escriure aquests mots i recordar-te.
Més tenaçment que mai, m'esforço a créixer
sabent que tu creixes amb mi: projectes,
il.lusions, desigs, prenen volada
per tu i amb tu, per molt distants que et siguin,
i amb tu i per tu somnio d'acomplir-los.
Te'm fas present en les petites coses
i és en elles que et penso i que t'evoco,
segur com mai que l'única esperança
de sobreviure és estimar amb prou força
per convertir tot el que fem en vida i
acréixer l'esperança i la bellesa.-
 
Lletra a Dolors-Miquel Martí i Pol
 


 



Voy a hablar de ella.

Los viernes siempre habían sido el mejor día de la semana. Des de que tengo memoria la recuerdo allí esperándome. Bajaba corriendo la escalera de caracol y antes de poner un pie en el siguiente escalón ya controlaba donde me aguardaba su delicioso bocadillo. Los mejores bocadillos que jamás haya probado. Espero que me perdonéis, pero me guardo el secreto para mis nietos, si algún día los tengo. Pero para que entendáis como era debéis saber una cosa; como toda comida la merienda tenia sus postres. Una tableta de chocolate con naranja. Lindt.

Malditos viernes, como los hecho de menos.

Cuando empecé con el piano fueron también muchos martes con ella. Le encantaba escucharme tocar el piano.
Pero bueno, no os quiero aborrecer con los martes musicales. A lo que iba. Después del bocadillo subíamos de la mano hacia su casa. Recuerdo la luz que había allí. Os parecerá una tontería pero los viernes la luz de esa lámpara de papel era más calida, más hermosa que nunca.
Solíamos ver los concursos de baile que daban por el canal 33. Y cuando él aún bailaba se ponían los dos delante de la tele y los imitaban. Los mejoraban. No se si habéis tenido el privilegio de haberlo visto alguna vez, pero cuando el baile y el amor se juntan, es algo imparable.
Cuando el sol ya se escondía preparábamos con cuidado la cama. El olor de las sabanas limpias empapaba toda la habitación y me envolvía para no volver al mundo real. Sus zapatillas con cuña, demasiado grandes para mis pies, me hacían sentir mayor, y su mano no me dejaba hasta que me dormía.


Hecho de menos los viernes.

Y la hecho jodidamente de menos a ella.

Así que he decidido que voy a volver a tener los viernes.

 

jueves, 28 de marzo de 2013

Impermanencia, qué palabra más dura.


Cuando vives con un budista empiezas a incorporar palabras en tu vocabulario que antes no solías utilizar.
Impermanencia, qué palabra más dura.
Entonces te das cuenta que posiblemente la habías estado evitando dado el elevado grado de complejidad y el apuro en que pone a tu cerebro, así que decidí coger el mando y me planté diccionario en mano en medio de la batalla del entendimiento. Según la muy honorable Real Academia Española, se entiende por permanencia la duración firme, constancia  perseverancia, estabilidad e inmutabilidad. Así que entendemos por impermanencia la negación de estos estados.

Pero ni la RAE consiguió aclarar mis ideas y mis dos hemisferios están ahora aún más divididos. El izquierdo sigue apostando sin dudar por la lógica, las evidencias científicas y la racionalidad. Pues claro, se ha dedicado toda su vida a procesar la información mediante el análisis, descomponiendo los problemas en pequeñas piezas y examinándolas una por una. Él es un seguidor convencido de Antonie Lavoisier, el cual afirmaba que la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Por lo tanto, es aún más complejo aceptar la impermanencia partiendo de esta afirmación, pues si toda materia se transforma y nunca se destruye todo permanecerá, aunque sea en formas distintas.

Cuando parece que las ideas se van aclarando aparece el derecho para contraatacar. Llega con fuerza, está acostumbrado a luchar por las sensaciones que cree firmamente, a sentir y a analizar la información mediante la síntesis. No solo estamos hechos de materia, piensa indignado y argumenta que al adentrarnos al mundo de los sentimientos podemos comprobar que todo lo que una vez provocó cualquier tipo de sentimiento en nuestra persona no nos será ya nunca más indiferente, aunque reconoce que nuestros sentimientos hacia lo que nos rodea varían al avanzar nosotros hacia el incierto futuro. Así que se declara partidario de Heráclito, defendiendo que lo único permanente es el cambio.

Finalmente se dan la mano, se conceden una tregua. Hemos llegado a una conclusión; la materia no desaparece, al igual que los sentimientos, pero se encuentran en constante movimiento, cambiando sin parar a cada paso que damos. Así que podemos afirmar que todo cuanto nos rodea es impermanente pues necesita estar cambiando constantemente para poder avanzar. Y es solamente cuando Lavoisier y Heraclito disfrutan de una cerveza juntos, cuando aceptamos esta impermanencia como algo positivo, y podremos al fin ser capaces de disfrutar del momento.