"Una bonanza asombrosa embarga todo mi espíritu, idéntica con la madrugada apacible de primavera, que paladeo hasta lo último de mis entrañas" Goethe

sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Qué soy?


"Pero, ¿qué soy, pues?
 Una cosa que piensa.

 ¿Qué es una cosa que piensa? 
Es una cosa que duda,
 que concibe, que afirma, que niega,
 que quiere, que no quiere,
 que también imagina y siente"

Descartes-Segunda meditación metafísica




¿Qué soy? Eso es lo que deberíamos preguntarnos, no ¿qué quieren que seamos?


De pequeña me sentía un poco rara. 
Todo empezó cuando aún era demasiado pequeña como para entender porque pensaba cosas que no debería estar pensando, pero no tanto como para no pensarlas. No os asustéis, jugaba también con los clics, y tuve una infancia muy muy feliz, pero eso no evitaba que de vez en cuando mi cerebro se perdiera en terrenos desconocidos, y allí no había quien lo parase.
Por aquel entonces no lograba contarlo a nadie. Pensaba que era rarísima y que por más que intentara explicarlo nadie lograría entenderme, pero un año, al acercarse uno de esos concursos literarios de mi colegio, si se pueden llamar así, mi madre me animó a escribir lo que pasaba dentro de mi cabeza, así que lo hice, y comprendí que no era para tanto, que eran cuestiones básicas desde mi punto de ver.
Luego, con los años he ido aprendiendo que des de luego no era la única, y que tal vez los raros sean los que no sienten impulsos para salir de lo establecido. Y aún hay más, con los años me he alegrado de ser así.

Esto me ha hecho reflexionar sobre el sistema educativo actual. Nos hacen estudiar a todos las mismas cosas, del mismo modo; 25 libros iguales yacen en las estanterías esperando a ser memorizados para ser tirados a final de curso, con un poco de suerte al contenedor de reciclaje, exigiéndonos exactamente lo mismo, aunque sea obvio que no hay dos malditas personas iguales en todo el mundo, y de este modo logran que si te interesan cosas que se salen de los planes docentes establecidos por personas sentadas en sus despachos, la mayoría de las cuales tal vez no se hayan sentado delante de una clase llena de críos, te sientas raro, muy raro.

Y aunque es cierto que hay nociones básicas necesarias, no dudo que todo niño tiene dentro este instinto de supervivencia, y por tanto de conocer. Un conocimiento innato el cual no es necesario forzar.
Así que os invito a hacer una reflexión profunda y pensar que es lo que queremos para nuestros hijos; que encajen en el perfil ideado por Wert & Co o encontrar el modo de potenciar sus inquietudes, cualesquiera que sean.



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