"Una bonanza asombrosa embarga todo mi espíritu, idéntica con la madrugada apacible de primavera, que paladeo hasta lo último de mis entrañas" Goethe

viernes, 26 de diciembre de 2014

Viva de miedo

Llevo días prestando atención al lenguaje que utilizo. Lo miro con delicadeza, observo como trepa por mis cuerdas vocales y como sale mediante un cabal constante por mi boca.
He presenciado momentos de vulgaridad, de más potencia conceptual, algunos que me han delatado cómplice desprevenida del patriarcado y otras veces me he sorprendido auto limitándome con mi propio lenguaje.

Me gustaría saber a que genio se le ocurrió unir las palabras muerta y miedo, creando así una de las expresiones que más me jode utilizar "Estoy muerta de miedo". De repente me sorprendí arrinconándome con mi miedo a un lugar presuntamente seguro, dónde debería estar a salvo de la muerte, y su fiel compañero, el miedo. Me sorprendí empequeñeciendo-me, haciéndome más débil, pues las expresiones que había estado utilizando durante tantos años daban connotaciones negativas al miedo, y si señores y señoras, tenía miedo. Tenía y tengo miedo a menudo y por consiguiente estaba atribuyéndome yo misma connotaciones negativas por ser un ente creador y vividor de miedo.

Hasta que me di cuenta. Y dije basta.
Hasta que decidí utilizar la expresión "Estoy viva de miedo" 
Pues así es amigos míos, es el lugar que le pertenece en mi vocabulario, de la mano de la vida. Me hace sentir viva. Con él me he conocido más de lo que jamás creería conocerme. Y aún hay más, lo estoy empezando a querer, para no arrinconarlo, y así no hacerlo yo con él. 

Lo estoy empezando a querer para quererme a mi. Lo quiero para poder darle la mano, y de la mano dar la vuelta al mundo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario